Se
han ocupado múltiples “modelos de abordaje” del problema con las consecuentes posturas frente a la prevención
sea en el área de la represión, la educación, el tratamiento, etc. Estos “modelos”
enfoca el fenómeno del uso indebido de drogas jerarquizando o priorizando
ciertos aspectos del sistema Droga-persona-medio.
A esta
altura los modelos podríamos llamarlos clásicos
son cuatro y es frecuente que se
planteen falsas oposiciones entre ellos por lo que revisaremos brevemente sus
conceptos elementales.
Modelos de Prevención
Existen cuatro modelos tradicionales
que toman en cuenta 3 elementos:
Lo hemos planteado dentro de las
Causas de la Drogadicción SUSTANCIA
(droga), MEDIO y PERSONA. Los cuatro modelos representan el marco conceptual
que toma quien trabaja en acciones de prevención. Al mismo tiempo representa
una determinada ideología, una forma de pensar la realidad. Por eso es
importante determinar el enfoque del modelo seleccionado.
I. MODELO ÉTICO-JURÍDICO
I. MODELO ÉTICO-JURÍDICO
Centra el análisis en la substancia
(droga). La droga es la protagonista. Clasifica a las drogas en: a.) legales,
b.) ilegales Para este modelo la droga es activa en sí misma. La persona es la
víctima y también el delincuente. Que es una contradicción en este modelo. La
categoría social que toma sería la del vicio. Es una categoría moral y un
delito. En cuanto al medio social, se expresa en la ley con un criterio
normativo. La norma señala la barrera que separa lo ilegal de lo legal, lo
prohibido de lo permitido, lo bueno de lo malo en términos absolutos. Toxicomanías
es la palabra que mejor representa esta postura, ya que el criterio que
utilizan para hablar de droga es: tóxico. Utilizado, aunque cada vez menos, en
juzgados, policía, psiquiatría clásica. Entonces aquí podemos identificar:
1. la prevención primaria estaría dada en
la información de las sanciones (si la droga te atrapa vas a la cárcel) y en la
eliminación del mercado de la droga.
2. la prevención secundaria estaría en
la encarcelación (aislamiento-marginación) que sería el tratamiento para la posterior
reinserción social .o sea, la prevención terciaria.
II. MODELO MÉDICO-SANITARIO
Como en el modelo anterior centra el
análisis en la substancia. La droga es el agente que infecta a las personas. Clasifica las drogas en a.) Inocuas y b.) Peligrosas.
Haciendo una comparación con la anterior, agregaría a las ilegales, como
peligrosas al tabaco y alcohol. Al considerar a la droga como activa en sí
misma, comparte con el modelo anterior el concepto de droga como flagelo. El
flagelo que azota la humanidad, como en épocas anteriores fueron las plagas y
pestes consideradas castigos divinos por los pecados de los hombres. La persona
es el huésped en donde se aloja la droga. El medio es el entorno en donde se trata de
detectar la población vulnerable ante este agente peligroso, señalándose
entonces los factores de riesgo. Estos factores de riesgo son determinados
grupos económicos, demográficos, sociales etc.. Existe el peligro del contagio
y se considera a la adicción como una enfermedad (la droga con su acción
enferma a la persona). Se toma el criterio de nocividad. La prevención primaria
estaría basada en la información y no en las sanciones como en el modelo
anterior. Apunta más al daño que causa. También creando programas sustitutivos.
La prevención secundaria estaría dada por la internación (el tratamiento), que
aísla y margina al sujeto para lograr la reinserción social (prevención
terciaria).
III. MODELO PSICO-SOCIAL
En este modelo se traslada el
protagonismo a la persona. No interesa el tipo de droga que se consume. Este
modelo centra su atención en el vínculo que tiene el individuo con la droga,
para determinar si ese vínculo es de dependencia. La adicción sería un síntoma
individual. Considera también que el adicto es un enfermo, pero con la diferencia
que la adicción no es una enfermedad. La enfermedad está en una situación
estructurada tapada por la droga, generalmente en la familia o grupos de
pertenencia. La prevención primaria
estaría en la información y formación de grupos de orientación, por ejemplo,
para madres a fin de mejorar su comunicación con los hijos, para optimizar los
vínculos familiares. La prevención secundaria sería la psicoterapia, que son
acciones de prevención inespecíficas ligadas al campo de la salud mental.
IV. MODELO SOCIO-CULTURAL
Aquí el protagonista es el medio. El
origen del problema es el medio macro-social, la estructura social. Este marco
social operaría sobre la persona como un estímulo de tensión y para aliviar
esta tensión la persona recurriría a la droga como evasión por la realidad, sin
considerar otros factores. La adicción se considera un síntoma pero la
diferencia radica en que aquí se lo toma como un síntoma social como algo que
nos muestra que pasa en la sociedad. La prevención primaria estaría dado por la
modificación de las condiciones sociales, por ejemplo, que no haya desocupados.
Son acciones de prevención inespecíficas que están ligadas al campo político.
V. MODELO ETICO-SOCIAL
Los anteriores modelos dan una lectura
parcial del fenómeno que nos ocupa. Se generó la necesidad de contar con un
modelo más abarcativo. Los modelos tradicionales aparecen como analíticos,
analizan el fenómeno pero se queda solo con una parte de él. Se paleteó la
necesidad de un modelo de síntesis que no es una sumatoria de partes (de cada
parte que toman los otros modelos), sino que toma en cuenta los aspectos
parciales pero los sintetiza en una nueva producción. Así surge este modelo en
el cual el trabajo se hace a partir de dos ejes: El eje del tiempo libre considerando
tiempo libre al que apunta a tener un proyecto con sentido.
El adicto aparece sin proyectos. La acción preventiva debe facilitar la aparición de proyectos personales que van a encontrar sentido en un proyecto social. El segundo eje es la participación. Plantea una ética que puede surgir de este proyecto común, es una ética que puede admitir las diferencias, el disenso, no es la ética del modelo ético-jurídico basado en una categoría absoluta (legal-ilegal, bueno-mala). Esto está ligado a una metodología que se diferencia de los otros modelos.
Los modelos tradicionales plantean: Hay un EMISOR (alguien que sabe, por lo tanto tiene el saber, al tener el saber tiene el poder) que emite un MENSAJE a un RECEPTOR (alguien que no sabe, que pasivamente recibe lo que es propiedad de otro).
La metodología del modelo ético-social es la llamada metodología circular, en donde no se habla de transmisión de información. El receptor no está en el lugar de no saber porque llega con una serie de información sobre el tema (buena o no). Es decir que existen contenidos. Estos contenidos muchas veces están arraigados en el prejuicio o en construcciones míticas como por ejemplo: ¿se considera droga agregar una aspirina a la bebida cola? Se pretende que estos contenidos implícitos pasen a ser explícitos, que se los manifieste, que pueda preguntarse si es verdad lo de la mezcla mencionada. En la medida que esto se explicite se va construyendo el mensaje que se constituye en mensaje común y puede constituirse en un proyecto (que podemos hacer todos para prevenir) y esto apunta al compromiso que es un tema de todos. El instrumento de prevención no necesariamente puede ser la charla o el audiovisual. Estos son medios auxiliares pero no constituyen en si mismos una acción preventiva, por ejemplo una escuela solicita a especialistas una charla sobre prevención y una vez terminada dicen, bueno ya esta, ya terminó. Esto solo sirve para cumplir con un objetivo inmediato pero no puede considerarse una medida de prevención. La acción preventiva consiste en ir generando modificaciones en las actitudes, en las formas de relación, en poder tolerar las diferencias.
El adicto aparece sin proyectos. La acción preventiva debe facilitar la aparición de proyectos personales que van a encontrar sentido en un proyecto social. El segundo eje es la participación. Plantea una ética que puede surgir de este proyecto común, es una ética que puede admitir las diferencias, el disenso, no es la ética del modelo ético-jurídico basado en una categoría absoluta (legal-ilegal, bueno-mala). Esto está ligado a una metodología que se diferencia de los otros modelos.
Los modelos tradicionales plantean: Hay un EMISOR (alguien que sabe, por lo tanto tiene el saber, al tener el saber tiene el poder) que emite un MENSAJE a un RECEPTOR (alguien que no sabe, que pasivamente recibe lo que es propiedad de otro).
La metodología del modelo ético-social es la llamada metodología circular, en donde no se habla de transmisión de información. El receptor no está en el lugar de no saber porque llega con una serie de información sobre el tema (buena o no). Es decir que existen contenidos. Estos contenidos muchas veces están arraigados en el prejuicio o en construcciones míticas como por ejemplo: ¿se considera droga agregar una aspirina a la bebida cola? Se pretende que estos contenidos implícitos pasen a ser explícitos, que se los manifieste, que pueda preguntarse si es verdad lo de la mezcla mencionada. En la medida que esto se explicite se va construyendo el mensaje que se constituye en mensaje común y puede constituirse en un proyecto (que podemos hacer todos para prevenir) y esto apunta al compromiso que es un tema de todos. El instrumento de prevención no necesariamente puede ser la charla o el audiovisual. Estos son medios auxiliares pero no constituyen en si mismos una acción preventiva, por ejemplo una escuela solicita a especialistas una charla sobre prevención y una vez terminada dicen, bueno ya esta, ya terminó. Esto solo sirve para cumplir con un objetivo inmediato pero no puede considerarse una medida de prevención. La acción preventiva consiste en ir generando modificaciones en las actitudes, en las formas de relación, en poder tolerar las diferencias.